viernes, 24 de julio de 2009

UNA AL ESTE Y LA OTRA A TIERRA




Una al este y la otra a tierra (1998)
Autor: Diego Fortunato
Serie VITRALES VIRTUALES
(Acrílico sobre tela, 150 x 100 cm.).




LA LOCA Y LA LUNA

Era como un poema
escrito en la mañana.
Piel tersa,
tez de porcelana.

Algunos decían
que estaba loca,
pero no tanto.

Sus ojos, brillo
de centellas,
iluminaban
y encendían el día.

Cada brizna
de su cabello
era flama de delirio.

Sus labios,
carnosos
y voluptuosos,
preñaban el sentido.

Era ella, la única,
la del mimo,
la bienquerida.

Pero vino
la luna-luna
e incendió la llanura,
de copos y locura.

De aquella
imagen de mujer
venerada no quedó nada.

Fue la luna,
mágica e ignota,
que la volvió loca.

¡Ay luna-luna!,
qué le has hecho
a la hembra moruna,
porqué le robaste la cordura.

¡Ay luna-luna!,
¿Dónde te las has llevado
si aún no la he amado?

¡Ay luna-luna!,
profanaste la cosecha,
pero los recuerdos
reposan en la primavera.

¡Ay, luna-luna!... ¡Ay!
¡Te llevaste a la loca mía!...

¡Ay, luna-luna!... ¡Luna!

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