sábado, 10 de julio de 2010

Mao-Teng, el de la eterna y apacible confusión

 Mao-Teng, el de la eterna y apacible confusión (2005)
Pintor Diego Fortunato
Tinta china y acuarela sobre cartulina 45 x 30 cm.
Serie EL LENGUAJE DEL ZEN


VOY

Voy a sembrar
un huerto lleno de estrellas
donde nazca la alegría.
Voy a rescatar
el amor sufrido
en el tiempo del olvido.

Voy a iluminar
el sol con flores de día
para borrar la noche fría.

Voy a buscar
los duendes de la vida
en las horas dormidas.

Voy a pintar
con mis ojos la paz
sepultada en el ocaso sombrío.

Voy a reír
entre las piedras y el madero
porque encontré al olivo perdido.

Voy a encender
mi alma herida. Ya no soy
el vagabundo de los tiempos idos.

Voy a besar
a los santos míos, a los cristales
caídos en la tierra calcinada.

Voy a cortejar
al milagro que me devolvió
de la nada. A la fe que me rescató
del naufragio. A la luz y al calor.
A la voz interior que escribió
una carta de amor en mi corazón.