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viernes, 3 de agosto de 2012

LA PELLE (La piel)

La pelle (1989)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 122 x 76.5 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección privada


LA CÁRCEL

Estoy encerrado 
en la cárcel de la mente,
pero mis pensamientos
siguen libres y al viento.
Fugaces ráfagas
tratan de opacar
la integridad
de mis ideas.
Una golondrina
venida del cielo
revela somnolienta
que la borrasca
surca los sueños.


Todo está por despertar…
Nadie jamás podrá robar
al cielo sus estrellas.
Tampoco a mi ser interno
sus vivos sentimientos.


¡No existe pesadilla
tan húmeda y morbosa!
De la cárcel huiré,
de la torre volaré,
y las ideas rescataré.


Ciega es la luz
que quiere oscurecer
la vida entera
y ciego el hombre
que no ve la calle
donde nacen las yedras.







El pintor Diego Fortunato con su hija Viviana, quien reside en Milán, junto a familiares y amigos, después que llegó, pocedente de Italia, al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía.







lunes, 14 de mayo de 2012

CONTEMPLACIÓN

Contemplación (2006)
Pintor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela
Tamaño: 120 x 100 cm.
Serie: MUJERES DE PIEL DE SOMBRA



UNA GOTA





Una gota,
simplemente una,
servirá
para iluminar
mí vida.


Una gota
rociada de amor
es la ternura
que me arrebatará
de la locura.


Una gota,
sólo eso pido,
no tú piel,
ni un beso
de terciopelo.


Una gota,
sangre mía,
te la entrego,
aunque el puñal
claves en la espina.


Una gota,
mujer vivaz,
que apague
el lamento
de mí sombra fugaz.


Una gota,
un Ave María,
una mirada al cielo
y te entrego
el alma mía.


   El pintor, escritor y poeta Diego Fortunato posa junto al entrañable Hernando Ochoa, gran amante del arte, en especial, de la pintura. (Caracas, abril 2012).

miércoles, 5 de octubre de 2011

URL, EL SEÑOR DE LAS MONTAÑAS


    Lea la novela completa en www.urlelsenordelasmontanas.blogspot.com


EL BRILLANTE CAZADOR

           A Orión, el cazador más deslumbrante del universo.
                       (De mi serie de poemas titulados Homenaje al Infinito).




Te encontré cerca del río Eridanus,
junto a tus perros de caza Canis Mayor
y Canis Menor, mientras batallabas
contra la constelación de Tauro.
Bajo el brillo incandescente
de Betelgeuse, la supergigante roja
que siempre te acompaña
en tus correrías, me uní a tu coto
como fantasma furtivo.
Me emocionó verte erguido,
cual gigante colosal,
con tu garrote de bronce en alto
apuntando a la enorme cabeza
del furioso de Tauro, quien estaba
a punto de embestirte,
mientras en tu mano izquierda
asías el gran escudo de luz y vida.
Nunca vi yelmo tan deslumbrante
sobre cabeza de guerrero alguno
ni espada tan resplandeciente
y afilada como la que colgaba
de tu cinturón de estrellas.
Apoyabas tu pie derecho
sobre el inofensivo conejo
que pacía sereno en los prados
azules de la protectora Rigel.
A lo lejos, muy coqueta,
distinguí a Bellatrix, la indomable
amazonas del cuadrilátero exterior
guiñándole el ojo a Saiph.
Después, muy oronda,
sosteniendo orgullosa y en alto
tu cinturón, vi a la vieja Mintaka,
que a sus 915 años luz
de distancia, lucía espléndida
junto a Alnitak y a Alnilam,
la más brillante y hermosa
estrella jamás conocida por nadie.
Parecían Tres Reyes Magos
o, mejor dicho, las Tres Marías
del divino universo creado
por el Todopoderoso Dios.
Más abajo advertí, un tanto triste,
pero moviéndose en forma
excéntrica, a Hatysa. A su lado
Tabit, la enana amarilla,
Meissa y todas las demás
estrellas de tu corte celestial.
las cuales vestían brillante atuendo.
Lucían esplendidas, como listas
para un baile del espacio señorial.
Los antiguos griegos decían
que naciste de los orines
de los dioses Zeus, Poseidón
y Hermes, después que visitaron
a Hirieo de Tanagra, un anciano
que no podía tener hijos,
pero que con pasión deseaba uno.
En agradecimiento a su hospitalidad
y después de degustar un suculento
buey entero que Hirieo cocinó para ellos,
los dioses le hicieron una promesa
para que su deseo se cumpliese:
orinaron (otros dicen que eyacularon)
sobre la piel del buey que se habían
comido y luego lo enterraron.
Le dijeron que a la décima lunación
lo desenterrara. Cuando Hirieo lo hizo
se encontró con un hermoso y robusto niño,
a quien llamó Urión, el que orina,
en gratitud a los orines de los dioses
que lo habían engendrado.
Otros, en cambio, decían
que Orión había violado a Mérope,
hija de Enopión, quien por ello lo dejó ciego.
No obstante, Helios le devolvió la vista
y Orión se convirtió en compañero de caza
de Artemisa y Leto, pero en cruel venganza,
prometió acabar con todo animal
que transitase sobre la Tierra.
Cuando Gea, la madre Tierra, se enteró,
agarró tan soberano disgustó
por la innoble actitud de Orión,
que lo hizo picar por un gigantesco
escorpión que enseguida lo mató.
Y así, las leyendas y los mitos
sobre Orión se multiplican y siguen
y seguirán hasta el último de los días,
aunque la verdad es que nunca dejará
de acosar por siempre a las Pléyades
y presidir el infinito universo
como un invencible y brillante cazador.


El descanso (1985)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 122 x 76.5 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección Privada familia Nocerino.

jueves, 30 de junio de 2011

EL DESCANSO

El descanso (Año 1985).
Pintor Diego Fortunato
SERIE MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Acrílico sobre tela 122 x76.5 cm.
Colección Privada familia Nocerino (Italia).







EN UNA REGIÓN FINITA DEL INFINITO
       -De mi serie de poemas titulados Homenaje al infinito-
No soñaba,
mucho menos
estaba despierto.
Sólo vagaba
en los espirales
de mi mente
cuando de pronto
me encontré
en un agujero negro
que está más allá
del fin del mundo.
Escuché gritos
a mí alrededor
pero no sabía
de dónde venían
y qué decían.
Seguí observando
un rato más
en la tenebrosa
inmensidad.
Un ruido infernal
de pronto
atrajo mi atención.
Miré a un lado,
después hacia otro,
y nada. Volví a mirar,
está vez hacia
el sótano de infinito
y vi como un gran
agujero negro
eyectaba potentes
chorros de materia
color ámbar carmesí
que estallaban
en loco remolino
de vida y de muerte.
Puse atención
y aguce los oídos.
Los aullidos venían
de las cavernas
de la oscuridad
más oscura.
Quise escapar
en un instante,
pero algo me detuvo.
Estaba en la curvatura
del espacio-tiempo
y vi varios horizontes
de sucesos y yo reflejado
en cada uno de ellos
y en cada etapa de mi vida
hasta el nacimiento.
Era muy hermoso
y de nítido placer
a mis aterrados ojos,
pero quería escapar
porque estaba
en el límite del espacio
y de allí nadie logra huir
siquiera un rayo
de fina y tenue luz.
Di un salto,
después otro
un poco más fuerte
y en un instante
estaba sentado
más allá del centro
de la Vía Láctea,
fuera de todo peligro
y de los tenebrosos
agujeros negros
y sus cuatro dimensiones
geométricas de carga
eléctrica letal.
Me sentía dichoso
y satisfecho.
Había presenciado
en el infinito la muerte
de una gigante roja
que en miles de millones
de años se convirtió
en una enana blanca
y luego en agujero negro
y salí ileso en el intento.
¿Qué cuánto tiempo
estuve allí?... ¡Qué importa!...
La velocidad de la mente
no se mide por los miles
de millones de neuronas
que una persona tenga
en su pequeño cerebro,
sino por la velocidad
de sus pensamientos
y luminosa imaginación.





¡ATENCIÓN!... ¡ATENCIÓN!... ¡ATENCIÓN!...





No se lo pierda
el texto completo de la novela URL, EL SEÑOR DE LAS MONTAÑAS, premonitoria epopeya fantástica, donde se pincela el dramático destino que le tocará vivir a Venezuela bajo la dictadura comunista.


SINOPSIS

En una de las más fascinantes epopeyas contemporáneas, Url, El Señor de las Montañas, un ser dotado con poderes divinos, libra feroces batallas al lado de sus guerreros para salvar a su nación de las garras de La Fuerza del Mal comandadas por el sanguinario dictador Adolfo Láchez, quien posee un entrenado y bien armado ejército de más de un millón de hombres. Para en-frentarlo, utiliza los poderes de El báculo de la Esperanza, un poderoso ma-dero de gran fuerza destructiva que le fue legado por El Creador. Katria, una bella ex modelo, Longar, el soldado negro, Hatch, el guerrero petrolero y Ku-nato, el japonés estratega, son algunos de los héroes Libertarios que luchan a lado de Url en unas inhóspitas montañas enclavadas en La Cordillera de la Costa. El día de La Batalla Final, ocurrirá un acontecimiento que hará estremecer de miedo hasta a los más fieros guerreros.





 El poeta, escritor y pintor Diego Fortunato con su sobrina Sandra en un recodo del Castillo de Araya, en la Península de Araya, Venezuela (Mayo 2011).
 
 
 

jueves, 2 de junio de 2011

LA DONNA

La donna (1989)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 150 x 100 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección Privada Familia Ravell 



POZO DE ESTRELLAS
-De mi serie de poemas titulados Homenaje al infinito-


Estando solo
con mi fantasía,
jugueteaba
imaginado cosas
hermosas, cosas
que la imaginación
se resistía a creer
que existían.
Vi luces galopando
donde nacen
los deseos
y quedé atrapado
en el remolino
de sus destellos
que como hilos
de tenue seda
dorada me
abrazaban
y acariciaban
con sutil ternura.
Embelesado
e inmerso
en la etérea
paz de sus mimos,
me dejé llevar
hasta los confines
del universo sideral.
Como surfista
audaz e indómito
me deslizaba
con armonía
de niño encantado
sobre olas
de éxtasis dorado
cuando de pronto
caí en un pozo
lleno de estrellas.
Fruncí el ceño
y sin aspaviento
me preparé
para recibir
el duro golpe
en el final ignoto.
Seguía cayendo,
cayendo y cayendo
y este no venía.
Comencé
a disfrutar
de aquel
viaje sin fondo
y una sonrisa
de placer
se dibujó
sin falsa timidez
en mí rostro
de hombre
augusto,
que por nada
parecía de susto.


El regocijo
duró todo
lo que yo quería.
No sé cuánto
tiempo,
ni tampoco
me interesa.
Carece
de importancia
o sentido fiel.
El fondo
no llegaba
y yo estaba feliz
de mi viaje
entre las estrellas.
Un colchón
llenó de escarchas
relucientes,
tan suaves
como plumas
de ganso,
súbitamente
interrumpió
la fatal caída.
Con la dulzura
de un beso
me sentí
suspendido
y seguro
sobre ese
paraíso estelar.
Miré aquí
y allá y todo
estaba tan
brillante como
una estrellada
noche primaveral.
Quizás más,
pero no tanto
como para opacar
mis sentidos,
que bien
despiertos
los tenía.
Volví a mirar.
Esta vez de allá
y luego para acá.
A un costado,
abarcando
lo que creí
que era toda
la bóveda celeste,
vi una gran brújula
hecha de estrellas
tan blancas
como perlas
del Caribe mar.
La bitácora
era casi igual
a las nuestras,
las de aquí,
en la Tierra,
con la única
diferencia que
el gran cometa
que servía de aguja
imantada marcaba
lo que debería ser
el Norte con una V,
que correspondía a Verdad
y en su polo opuesto,
o sea el Sur, con una M,
que significaba Mentira.
Y hacia el Este en vez
de una E tenía una B,
que traducía Bien
y a su lado inverso,
o sea el Oeste,
una M de rojas estrellas,
que simbolizaba el Mal.


Pensativo,
me eché de lado
porque un gran
sueño me invadió.
Comencé a soñar
despierto aunque
los ojos bien
abiertos tenía.
Y en mi sueño soñé
en Pyxis, la constelación
del hemisferio Sur,
que antiguamente
formaba parte
de la constelación
de Argos.
Seguí soñando
un largo rato.
No sé si estaba
en el Edén
o en un sitio
más hermoso
todavía.
Lo cierto es
que cuando desperté,
una luz que partió
de mí alma
me sonrío agradecida.
No entendí
el porqué lo hacía,
simplemente
le respondí
con un beso
que salió
de lo profundo
del ser mío.
Dichoso,
cerré los ojos
y en susurro
celestial escuché
como el tambor
de mi corazón
entonaba acordes
que armonizaban
un canto de amor
y paz que decía “sólo
la verdad os hará
libres” y, enseguida,
una marcha,
mezcla de cánticos
y bombos de suspiros,
coreaba “Si bien
amas al prójimo
el te amará
como tú lo amas”.


Aunque nunca
he fumado hierba,
ni nada
que se le parezca,
como tampoco
jamás he inhalado
cosa rara y menos
tomado píldoras
que enloquecen
los sentidos,
de pronto
me sentí como
embriagado
de cosa rara,
pero dulce
como el amor
y los sentimientos
que del cielo
brotan cada nuevo día
para desearnos
paz y amor
a todo los hombres
de buena voluntad.


Por mí parte
¡qué así sea!,
No sé de la
de ustedes.




El pintor, poeta, novelista, escultor, dibujante, ensayista, amante incurable y jodedor irreventene Diego Fortunato, junto a su sobrina Sandra Fortunato en Salazar, muy cerca de Merito (Península de Araya, Venezuela), lugar donde los sueños y la fantasía
se prodigan un beso de amor. (Mayo 2011).




¡ATENCIÓN!... ¡ATENCIÓN!...




No se lo pierda


Lea en http://www.urlelsenordelasmontanas.blogspot.com/
y en http://www.artilandiadediegofortunato.blogspot.com/


el texto completo de la novela URL, EL SEÑOR DE LAS MONTAÑAS, premonitoria epopeya fantástica, donde se pincela el dramático destino que le tocará vivir a Venezuela bajo la dictadura comunista.




SINOPSIS


En una de las más fascinantes epopeyas contemporáneas, Url, El Señor de las Montañas, un ser dotado con poderes divinos, libra feroces batallas al lado de sus guerreros para salvar a su nación de las garras de La Fuerza del Mal comandadas por el sanguinario dictador Adolfo Láchez, quien posee un entrenado y bien armado ejército de más de un millón de hombres. Para enfrentarlo, utiliza los poderes de El báculo de la Esperanza, un poderoso madero de gran fuerza destructiva que le fue legado por El Creador. Katria, una bella ex modelo, Longar, el soldado negro, Hatch, el guerrero petrolero y Kunato, el japonés estratega, son algunos de los héroes Libertarios que luchan a lado de Url en unas inhóspitas montañas enclavadas en La Cordillera de la Costa. El día de La Batalla Final, ocurrirá un acontecimiento que hará estremecer de miedo hasta a los más fieros guerreros.



domingo, 9 de enero de 2011

La intimidad

La intimidad (1989)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 150 x 100 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección Privada familia Delfino Kors.
PIEL

Es suave como el amor.
Terciopelo de las horas.
Son mis manos de piel,
las que tocan tú sed,
las que acarician
tus palabras de miel.


Es mí cuerpo…
Tú piel está en mí.
Ardiendo estamos
como volcanes
encontrados en el tiempo.


Golondrina perdida,
tus senos benditos,
con pezones de flecha
que apuntan en mí pecho
te dará el lecho
de una vida bendita
en el placer y el amor.


Es la piel,
sólo la piel,
su olor y condición,
a la que las mujeres
le dan amor y devoción…

Diego Fortunato, pintor, poeta,
 ensayista, novelista, jodedor irreverente
 y pensador universal, en Ponte Di Mezzo 
durante su estancia en Pisa (Italia).

lunes, 15 de noviembre de 2010

La desesperanza


La desesperanza (1989)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 122 x 76 .5 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección Privada.




¡QUÉ DIFÍCIL!



No lo parece tanto.
Porque si la verdad
es difícil, más difícil
es la mentira como tal.


Para sostener una mentira
se necesita habilidad y sangre fría.
Don de muerte y el ciego espíritu
de falsificar el propio destino.


Es entregar al alma al delito,
a la ciega desconfianza
que siempre te persigue y daña.
La mentira es veneno amargo
que te mantiene en un letargo.
La verdad es todo lo contrario,
porque no danza en el calvario.


A la verdad todos, allá arriba,
donde están Dios y sus legendarios,
la esperan con fervor
porque quieren con ella hacer
el nuevo calendario de la vida.


La verdad es la luz,
cielo acariciante,
el camino del peregrino,
del hombre de piel frondosa,
el que abraza el horizonte
de las letras para construir
las palabras y su sentido.


La verdad y la mentira
llegaron al ruedo un día.
Sólo un toro, miura bendito,
estuvo entre ellos y la cornada mortal.
No importaron las chiquelinas,
ni las girondinas, porque la fatal
estocada tocó el fondo del mal
que en desangre interno
vomitó toda la perversa y cobarde
tortura del encierro cruel y salvaje.
Era de noble casta
pero la curia, los sefarditas,
y los enfermos sacerdotes,
le dieron su bendición al hombre
y se llevaron en mortal impulso
al valiente y noble animal.

¿Triunfó la verdad o la mentira?
Mi juicio está bien formado,
pero si dudan, ¡hay hermano!


Ahora veo,
con espacio y entretejas,
que lo mejor era haber
estado con una vieja,
y no haberme metido
en esta berenjena tan profunda
que no parece tener final.
Lo importante, y así lo creo,
es que al fin puedo hablar,
sin que hablen primero
los Alcaldes de mi pueblo.


Estoy borracho y loco,
como dice una canción de moda,
pero no voy a concluir
sin antes maldecir a la mentira,
porque la verdad me regresó a la vida.
Sólo hay una verdad:
¡la mentira es parte de la vida,
pero enemiga de la verdad!
Al fin y al cabo, la mentira
se convierte en miel diabólica
y corre loca a los confines de Satán
y la verdad, en su inocencia,
no comprende porqué la mentira
se fugó y la dejó sola en esta lucha infernal.


¡La verdad está huérfana de vida!
¡Rescátala!... ¡Rescátenla, por favor!
¡Reconquístenla a la vida y al amor!...
¡No hay nada más bello que la verdad!


 
  En un día neblinoso, el pintor Diego Fortunato en el Lago de Garda, laguna alpina de origen glacial. (Entre Brescia y Verona, Italia).
 
 

miércoles, 6 de octubre de 2010

EL BAÑO

El baño (18985)
Pintor Diego Fortunato
Acrílico sobre tela 150 x 100 cm.
Serie MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección Privada familia Pérez S.





ESCUCHA EL DOLOR DEL MUNDO

Estuve en el principio del dolor,
donde la humanidad se desangra.
Donde la fe es negocio y burla,
imperio de conjuras
y capital sin cordura.
Estuve en el este y en el oeste,
en el norte y en el sur…
Con negros y blancos
y con hombres de ojos de alelí,
rasgados o rojos como el rubí.
En el Asia y en el África,
en Europa y América
y en las tierras lejanas,
y sólo encontré una religión…
¡La verdadera!... ¡La de los hombres!
¡La de los materialistas!
La de los seres que no creen en Dios,
mucho menos en Alá o Mahoma,
Buda, la Biblia o el Corán.
Que se burlan de la Tora de Moisés
y de las vírgenes y los santos,
así como de mí Espíritu Santo,
al igual que hacen con
Krishna y los devotos que lo siguen.
Tampoco en el Cristo que llevan
en sus cuellos como escapulario
cuando están en Wall Street
o en el burdel donde negocian
con maldad la vida de la humanidad.
Es la de los hombres
la religión que domina al mundo…
La más perniciosa y dañina,
la que con soberbia conduce
a guerras, muertes y al terror
por avaricia, prepotencia y ambición.

Y rezo:

Vivo, pero la violencia del hambre me tortura.
Vivo, pero el terrorismo aniquila mi alma.
Vivo, pero sollozo cuando crucifican a la compasión.
Vivo, pero la opresión y la maldad ofuscan mi ser.
Vivo, pero agonizo si no hay libertad ni expresión.
Vivo, pero, ¿dónde voy, si no puedo ser quien soy?
Vivo, pero me rebelo si no me dejan escribir.
Vivo, pero, ¿cómo puedo vivir sobre el dolor del mundo?
Vivo, porque soy un loco imposible.
Vivo, porque nací en este planeta chiflado.
Vivo, porque estoy enfermo de cordura.
Vivo, pero no puedo vivir si el hambre destruye a los míos.
Vivo, porque amo al amor y el amor todo lo puede.
Vivo, porque sin vida no podría escribir.
Vivo, para ser la conciencia de la humanidad.
Vivo, porque Dios es mi guía y yo su rebaño.