martes, 18 de agosto de 2009

LA HIJA DEL REY DEL SUMO


La hija del rey del sumo (2005)
Pintor: Diego Fortunato
Tinta china sobre cartulina 12.7 x 21.5 cm.
Serie: EL LENGUAJE DEL ZEN




A LA VENTA

Lo reacaudado irá a beneficio de la
FUNDACIÓN NIÑOS ARTISTAS DISCAPACITADOS





LA ENFERMEDAD Y EL CUERPO


Cuenta la leyenda
que en una noche de luna llena,
en el preciso instante que la oscuridad
estrechaba sus manos con el día
en un bosque que pincelaba
de gris el horizonte de la eternidad,
aconteció la boda.
Dos hadas se juntaron.
Una se llamaba
Cría y la otra Porfía.
Una era buena, la primera,
y la segunda malévola y dañina.
No sé qué rayos
partieron al universo,
pero aquella unión
de pronto se volvió incierta.
Fue tanto el dolor inflingido,
que se batieron en largo duelo.
Las dos eran heroínas
y titanes de las fábulas
del Olimpo de la fantasía.
Al ver lucha tan estéril y banal,
el Dios de la Bondad las separó
de las alturas para enviarlas
a la locura terrenal.
Desterradas, no les quedó
más remedio que separar sus cuerpos.
Fue así como en la Tierra,
donde todo era paz y libertad,
nació el cuerpo y la enfermedad.
Desde aquel entonces,
irreconciliables en su afán,
no hubo más remedio
que buscar consuelo
en la botica, el médico
o el curandero de la ciudad.

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