ZEN



EL ZEN


 Zen es el nombre de una tradición del budismo mahayana, cuya práctica se inició en China bajo el nombre de Chan. Con el tiempo pasó a Japón, donde adquirió el nombre de Zen. La práctica del za-zen es el secreto del Zen. Esto es, esencialmente, una forma de meditación que se practica sentado en el centro del zafu (cojín redondo) con las piernas cruzadas en forma de loto o medio loto. En esa posición los pies oprimen en cada muslo zonas que comprenden los principales puntos de acupuntura correspondientes a los meridianos del hígado, la vesícula y el riñón. Antiguamente los samurais estimulaban esos centros de energía de forma natural por la presión de los muslos sobre el caballo.




EL ZEN Y DIEGO FORTUNATO


  Influenciado por la más pura y antigua tradición Zen de la milenaria China, Diego Fortunato nos presenta algunas de sus obras de la colección La noche de los Samurai, Princesas y Shogunes, dibujos en tinta china y acrílico sobre papel, embriagados, en algunos casos, del más sublime color y con líneas puras en otros, donde la armonía de las formas más sencillas se convierte en seres vivos y plenos de vitalidad.
  Después de su estancia en Italia, donde vivió por largo un año inmerso en museos y galerías, entre ellas el Centro D’Arte Moderna de Pisa (Toscana) donde expuso, Fortunato volvió, si se quiere, renovado, con ideas que van mucho más allá de sus anteriores trabajos (los desnudos en ocre y Los Horizontes Perdidos), y un poco apartado de su anterior técnica, las cual también estaba salpicada de evocaciones orientales.
  “Recorro interminablemente los pastos de este mundo en busca del toro. Atravieso innumerables ríos, perdido en impenetrables perfiles de distantes montañas. Fallece mi fortaleza y se agota mi vitalidad, no encuentro el toro.
 En la noche sólo oigo el chirriar de las cigarras a través del bosque” –dice Fortunato y luego precisa –: Para el que práctica el Zazen o ha estudiado la filosofía del Zen, estas palabras le son comunes, pero para los que no, muy extrañas. Aclararé: el Zazen es meditación, las más pura y claras de las meditaciones y de allí se parte directamente hacia la aurora fantástica de la creación. El toro, la alusión al toro quiere decir simplemente una búsqueda interior del propio yo. El toro (tú espíritu) nunca se ha perdido. ¿Qué necesidad hay de buscarlo? En la turbación de los sentidos se puede perder, incluso, el camino”, concluyó luego de citar a Los Diez Toros del Zen, de Kokuan.







LA APLICACIÓN EN LOS DIBUJOS


Al aplicarla a su obra, Diego Fortunato expresa: “Es trasladar la paz que inspira la meditación zen en una obra. Es la pureza del pensamiento libre llevado a la bidimensionalidad. Por eso la mayoría de mis obras están trazadas en líneas puras. A veces, dependiendo del estado meditativo, logro la pureza que emana de mi mente, otras no, empero obtengo contraste, tersura y fuerza zen a través del color”.





Esta es parte de la serie de EL LEGUAJE DEL ZEN de Diego Fortunato, pintor, escultor, periodista, novelista, poeta, escritor y, por qué no, un poco extravagante e irreverente. En su inmortal obra Elogio de la locura Erasmo de Rótterdam, sentenció: “Quizás lo que se dicen y se sienten cuerdos son los verdaderos y más peligrosos locos”.

….ACLARATORIA: Sólo algunos de los samurais presentados en su obra están vestidos con armadura de combate.
Página en construcción.
UN ESBOZO