En el año del silencio (1989)
Pintor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela
Dimensiones: 150 x 100 cm.
Colección Privada Casa Museo Carmen Tinoco
La Habana, Cuba
PRESIENTO
Presiento la inmensidad vacía.
Las horas del tiempo dormidas.
Presiento el funeral
de la dicha y las pasiones
vencidas. Presiento todo
y nada, porque como la nada
me siento… ¡La nada soy!
Murmullo de insectos
susurran a mis oídos
que todo se ha perdido.
El amor, los afectos
y los sueños dormidos.
Presiento que mi aliento
es ya estorbo viejo.
Que mi risa ya no palpita
y que mis palabras
son letras muertas
que vagan en la letrina.
Presiento tantas cosas
que hasta miedo
me da pensarlas.
Las ahuyento del lago
de mis pensamientos
dormidos, pero vuelven
sobre corceles
pintados de desdén.
Presiento que todo
se va y que nada
ha valido la pena.
Presiento el olvido
de los días idos.
De las horas felices,
de las mieles de la dicha,
de la esperanza
que deposité en los míos.
Presiento la absurdidad,
la indolencia del amor amado,
de los hijos queridos
y de las pasiones vividas.
Presiento todo y nada
Presiento que la nada
se acerca. Que quiere
arrebatarme la esperanza
de que mis presentimientos
eran opacos y que la verdad
aún brilla en el horizonte.
Presiento… Presiento…
y vuelvo a presentir
que todo se ha ido,
que todo se ha esfumado,
que la nada me besa
y me arrastra más allá
de la conciencia infinita.
Me lleva allá,
donde el agua se marchita
y los sueños bailan
en el funeral de las ideas.
Presiento que todo
ha partido…, hasta
el pensamiento se ha ido.
El pintor, novelista y ensayista Diego Fortunato
con el maestro Fernando Botero en su casa
de Pietra Santa, Versilia Toscana (Italia).