miércoles, 13 de mayo de 2015

PEREGRINO

El viajante
Pintor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela
Tamaño: 91 x 61 cm.
Año: 1987
Colección privada



PEREGRINO

¡Rosas!... El canto del cristofué se aleja.
Jazmines perfuman el cielo con su olor de llanto.
La brisa acaricia el aire callado y perenne.
Las grullas vagan a su suerte…, hacia la alegría.

¡Callo!... El ruido de la mente opaca el alma.
Siento las olas batir en mis sienes blancas.
El océano abarca la mar de los pensamientos.
Nado en el universo de la nada…Voy más allá...
Soy peregrino del tiempo… Viajante de la nada.
Un vagabundo errante… Caminante silencioso…
¡Soñador de sueños!… ¡Encantador de ilusiones!...

La poesía El peregrino forma parte del poemario PALABRAS AL VIENTO de Diego Fortunato.



domingo, 26 de abril de 2015

DE LA RAZÓN Y EL PENSAMIENTO

Caminando sobre los recuerdos
Pintor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela.
Medidas: 120 x 90 cm.-
Año: 1996
Serie: Horizontes perdidos
Colección Privada


DE LA RAZÓN Y EL PENSAMIENTO

Dos principios,
un sólo dogma
y un único
proyecto de vida.
Aunque uno trate
de destruir a la otra
y viceversa,
¿quién será la legítima
poseedora de la verdad?

Yo no lo sé.
A veces me inclino
por la razón y otras
por el pensamiento,
pero la que me concede
paz no es ni una ni la otra
sino el alma y el corazón.

Entonces, ¿qué papel
juegan en el hombre
esos dos rufianes
de los sentimientos?

¿Podríamos vivir
sin ellas y asirnos
sólo de la fe y el Dios
del firmamento?
Creo que sí.
De esa forma seríamos
verdaderamente libres
de esa cárcel interior
y podríamos gritar
al mundo rebelde
que la luz ha vuelto
y las cadenas rotas.
¡Ya no más opresión!

¡La razón y el pensamiento
se fugaron en noche oscura
y la conciencia ha recobrado
la libertad y la cordura!

¿Será posible tal paradoja?
En el papel suena bien,
pero lo interpretará
igual el hombre cruel
o querrá también dominarlo
todo para edificar otro burdel.


La poesía De la razón y el pensamiento forma parte del poemario Acordes de vida de Diego Fortunato.



viernes, 9 de enero de 2015

OLOR SILVESTRE


Atrapada en un sueño de primavera (1989).
Pintor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela
Tamaño: 122 x 76.5 cm.
Serie: MUJERES DE PIEL DE SOMBRA
Colección privada Richard Tucker



OLOR SILVESTRE

Con el rocío
de la mañana
o cuando una lluvia
tierna acaricia
la pradera
el húmedo olor
de la vida silvestre
inunda el alma mía.

Es perfume
de ángeles
que mana del paraíso
para ungir al mundo
con su savia divina.

Árboles y arbustos,
flores y hierbas
y hasta las más pequeñas
de las azucenas
elevan su mirada
al altísimo bendiciendo
el regalo del cielo.

Sólo se transpira paz,
tan silenciosa,
que los acordes
de su armonía
con sutil delirio
te atrapa en canto
eterno y suave

en regocijo bendito.


La poesía OLOR SILVESTRE forma parte del poemario ACORDES DE VIDA, de Diego Fortunato.


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miércoles, 17 de diciembre de 2014

CONO DE VAINILLA Y LIMÓN

El títere
Autor: Diego Fortunato
Técnica: Acrílico sobre tela
Medidas: 91 x 61 cm.-
Año: 1991
COLECCIÓN PRIVADA

CONO DE VAINILLA Y LIMÓN

Dicen que eres retrogrado
porque ruedas al revés,
pero ¿quién ha dicho
que el derecho
es el derecho y no al revés?
¿Por qué el revés no puede
ser al derecho y el derecho al revés?
Todo es cuestión de semántica
y a través del cristal
por el que se le mire,
si es que se mira derecho.
Además, qué importa
cómo ruedas si eres
realmente tan grande,
hermoso y fascinante,
que te bautizaron
como Urano, en honor
al dios griego de los cielos,
padre de Crono,
al que le decían Saturno.
Eres el séptimo
de la dinastía solar,
pero tan monumental
y orondo que cuando
te veo desde aquí,
se me hace agua la boca
porque por tu color y textura
te asemejas tanto a una bola
de helado de vainilla y limón,
mi preferido, que me encantaría
devorarte en un tris, o sea
en milésimas de segundos
aunque lograrlo lleve un mundo.
Y no es que sea un gordo
mofletudo y glotón,
sino que cuando te veo
en el cielo nocturno,
me pongo como moribundo,
porque no creo que eres
un planeta, sino el Edén
de los Helados de Mantecado.

A veces me pongo triste y ansioso
porque sólo Ariel, Umbriel, Titania,
Oberón y Miranda, como satélites
a tu lado pueden disfrutar
de los sabores que has dado
y eso no es justo ni correcto.
Y lo que hablo no es dialecto
orbital, mucho menos americano.
Tampoco me he fumado un pucho
malsano ni birra he tomado,
lo único que hago es mirarte
por el telescopio de mi amiga
Antonieta que está muy furiosa
conmigo porque en vez de bajarle
la pantaletas estoy embelesado
viéndote a través de le lente convexa.
Por ahora te dejó.
Será hasta mañana cuando
te vuelva a admirar.
No quería dejarte todavía,
pero el campo magnético
del triángulo perfecto que tiene
mi amiga entre las dos piernas
es tan cautivador y poderoso,
que no puedo resistir la tentación
de dejarme absorber cual coloso
hasta el infinito de sus entrañas
ardientes como sol de primavera.

La poesía CONO DE VAINILLA Y LIMÓN forma parte del poemario EL VUELO, que su autor, Diego Fortunato, dedicó al infinito universo.